La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez, caracterizada por una serie de cambios significativos en diversas áreas del desarrollo humano. Estos cambios no solo son físicos y hormonales, sino que también incluyen cambios psicológicos y emocionales cruciales para el desarrollo de una identidad propia y la formación de habilidades sociales y cognitivas.
La adolescencia se puede dividir en tres etapas principales:
- Adolescencia temprana (11-14 años): comienzan los cambios puberales, como el crecimiento acelerado y la aparición de características sexuales secundarias. Además, empiezan a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y pueden experimentar fluctuaciones emocionales.
- Adolescencia Media (15-17 años): la mayoría de los cambios físicos se completan y el crecimiento se desacelera. Sin embargo, se intensifica la búsqueda de identidad y autonomía. Las relaciones con los pares adquieren una mayor importancia, y los adolescentes comienzan a pensar de manera más abstracta y crítica. En esta etapa, algunos adolescentes pueden experimentar un miedo intenso a ser juzgados negativamente por los demás, lo que puede llevarlos a evitar situaciones sociales y afectar su desarrollo social y emocional. Este miedo puede llegar a desarrollar una fobia social lo que puede llevarlos a evitar situaciones sociales y afectar su desarrollo en esta área.
- Adolescencia Tardía (18-21 años): la maduración física se completa. Asimismo, se consolidan la identidad y la independencia. Los adolescentes se preparan para la vida adulta, tomando decisiones importantes sobre su futuro y estableciendo relaciones más maduras.
¿Cuáles son los cambios psicológicos que se dan en la adolescencia?
Aunque la adolescencia puede ser un período desafiante, también está lleno de oportunidades y aspectos positivos que contribuyen de manera significativa al desarrollo integral de los jóvenes. Sin embargo, es importante mencionar que la adolescencia tiene «mala prensa» y a menudo se percibe con una actitud negativa por parte de los padres. Muchos creen que desde que empieza la adolescencia hasta que termina serán unos años complicados y problemáticos. Esta percepción puede llevar a una anticipación de conflictos y dificultades que no siempre se materializan, afectando la manera en que los padres interactúan con sus hijos adolescentes. Es crucial entender que, aunque se espera que surjan ciertos desafíos, no necesariamente tienen que ocurrir de forma negativa. Los jóvenes experimentan una serie de transformaciones psicológicas, emocionales y sociales que son cruciales para su desarrollo. Entre ellas destacan:
Desarrollo de la identidad
Los jóvenes trabajan intensamente en la formación de su identidad. Este proceso incluye la exploración de diferentes roles, valores y creencias, y puede involucrar cuestionamientos profundos sobre sí mismos y su lugar en el mundo. Por ejemplo, puede experimentar con diferentes estilos de vestir o participar en diversas actividades extracurriculares para descubrir qué le apasiona y le define. Este período de autoexploración es fundamental para descubrir sus intereses, valores y pasiones, lo que les ayuda a definir quiénes son y quiénes quieren ser en el futuro.
Autonomía e independencia
La búsqueda de independencia es un aspecto clave del desarrollo adolescente. Esta necesidad de autonomía puede llevar a conflictos con figuras de autoridad, pero también es esencial para el desarrollo de una identidad propia y una vida adulta autónoma. Por ejemplo, un adolescente puede insistir en manejar su propio dinero o en decidir su horario de estudio, mostrando así su deseo de mayor control sobre su vida. Esta creciente independencia les permite tomar decisiones importantes, aprender de sus errores y desarrollar una mayor confianza en sí mismos.
Desarrollo de habilidades sociales
Los adolescentes amplían sus círculos sociales y desarrollan habilidades interpersonales esenciales. Las amistades que forman pueden ser una fuente de apoyo emocional y un campo de entrenamiento para el desarrollo de habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y la cooperación.
Cambios en la autoestima
La autoestima puede fluctuar durante la adolescencia debido a las comparaciones sociales y la preocupación por la imagen corporal. Una autoestima saludable es crucial para el bienestar emocional y puede influir en diversos aspectos de la vida del adolescente, desde el rendimiento académico hasta las relaciones interpersonales. Por ejemplo, un adolescente que destaca en un deporte y recibe reconocimiento por ello puede experimentar un aumento en su autoestima. Sin embargo, si el mismo adolescente se compara con sus compañeros en términos de apariencia física y siente que no cumple con ciertos estándares sociales, su autoestima puede verse afectada negativamente.
Desarrollo cognitivo
Los adolescentes desarrollan la capacidad de pensar de manera más abstracta y lógica. Este avance en el desarrollo cognitivo permite manejar conceptos complejos y considerar múltiples perspectivas, lo que es fundamental para la toma de decisiones y la resolución de problemas. Por ejemplo, un adolescente puede empezar a cuestionar las normas sociales o políticas de su entorno y desarrollar sus propias opiniones fundamentadas sobre temas como la justicia social o el cambio climático. Esta etapa de gran creatividad e innovación se traduce en expresiones artísticas, invenciones y soluciones originales a problemas, lo que les permite contribuir de manera significativa a la sociedad.
Cambios Físicos y Hormonales: ¿Cómo influencian en el comportamiento?
- Pubertad y desarrollo sexual: la pubertad marca el inicio de una serie de cambios físicos y hormonales, como el aumento de hormonas sexuales (testosterona y estrógeno), que no solo afectan el desarrollo físico, sino también el comportamiento y el estado emocional.
- Cambios en el estado de ánimo: las fluctuaciones hormonales pueden provocar cambios en el estado de ánimo, como la irritabilidad, la tristeza y la ansiedad. Estos cambios pueden ser desafiantes tanto para los adolescentes como para quienes los rodean.
- Imagen corporal y autoestima: el desarrollo físico puede influir profundamente en la percepción de la imagen corporal y, por ende, en la autoestima. Los adolescentes son especialmente sensibles a cómo perciben sus cuerpos y cómo creen que son percibidos por los demás, lo que puede llevar a problemas como los trastornos alimentarios.
Situaciones de riesgo en la adolescencia
Algunas de las situaciones de riesgo más comunes durante la adolescencia son:
- Presión social y académica: la presión para cumplir con las expectativas académicas y sociales puede ser un factor de estrés significativo. La competencia por obtener buenas calificaciones, ingresar a buenas universidades y cumplir con las expectativas de los padres y maestros puede generar ansiedad y afectar el bienestar emocional.
- Influencia de los pares: la presión de los pares puede llevar a comportamientos de riesgo, como el consumo de sustancias, conductas sexuales de riesgo y la participación en actividades peligrosas. Sin embargo, las amistades también pueden ser una fuente de apoyo y bienestar. En «Primeras relaciones sexuales» o «Sexting entre adolescentes» podemos descubrir más sobre las conductas de riesgo sexuales.
- Aislamiento social: el aislamiento social puede ser tanto una causa como una consecuencia de problemas emocionales durante la adolescencia. Los adolescentes que se sienten aislados o rechazados por sus pares pueden experimentar sentimientos de soledad, tristeza y baja autoestima, lo que puede agravar los problemas de salud mental y aumentar el riesgo de comportamientos autolesivos.
- Autoestima y percepción corporal: la preocupación por la apariencia física y la comparación con los demás son comunes durante la adolescencia. Los adolescentes pueden desarrollar una imagen corporal negativa y baja autoestima, lo que puede conducir a trastornos alimentarios, así como a otros problemas emocionales.
- Uso de tecnología y redes sociales: el uso excesivo de la tecnología y las redes sociales puede afectar la salud mental, contribuyendo a problemas como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima, debido a la comparación constante y la exposición a ciberacoso. Algunos enlaces de interés para saber más sobre este aspecto son «El lado oscuro de las redes sociales» o «Online Grooming«.
¿Cómo pueden acompañar los progenitores estos cambios psicológicos propios de la adolescencia?
Algunas de las estrategias más efectivas para acompañar a los adolescentes son:
- Fomentar la comunicación abierta: fomentar una comunicación abierta y honesta entre adolescentes y adultos es esencial. Los adolescentes deben sentir que pueden expresar sus pensamientos y emociones sin temor a ser juzgados.
- Educación y concienciación: la educación sobre los cambios que ocurren durante la adolescencia puede ayudar a los jóvenes a comprender y manejar mejor sus experiencias. La concienciación sobre los efectos de los cambios hormonales y físicos en su comportamiento y estado emocional puede empoderarlos para tomar decisiones informadas y saludables.
- Fortalecimiento de las relaciones familiares: fomentar relaciones familiares saludables y de apoyo puede proporcionar un entorno seguro para que los adolescentes naveguen sus cambios y desafíos. La participación activa y positiva de los padres en la vida de sus hijos puede ser una fuente significativa de apoyo emocional.
- Terapia psicológica: el acceso a la terapia psicológica puede ser crucial para aquellos adolescentes que enfrentan dificultades significativas. La terapia y el asesoramiento proporcionan un espacio seguro para explorar y abordar los desafíos emocionales y conductuales.
Asimismo, una película muy recomendable para poder comprender esta etapa evolutiva es “Inside Out 2”. Esta explora de manera sensible y entretenida el mundo de las emociones. Tiene una visión más profunda del crecimiento emocional y las nuevas aventuras que enfrenta la protagonista mientras navega por los complejos sentimientos de la adolescencia.
En conclusión, la adolescencia es una etapa de cambios profundos y significativos que afectan todos los aspectos de la vida de un adolescente. Comprender y apoyar estos cambios es fundamental para promover un desarrollo saludable y equilibrado. Los adultos que rodean a los adolescentes, incluidos padres, educadores y profesionales de la salud mental, juegan un papel crucial en brindar el apoyo necesario durante esta fase de crecimiento y autodescubrimiento.
Si necesitáis ayuda para gestionar los cambios psicológicos propios de la adolescencia, no dudéis en poneros en contacto con nosotras. Estaremos encantadas de ayudaros.
Laura Maymó Gallurt
Psicóloga Nº Col. B-03427
