“Me levanto por la mañana y lo primero que me viene a la cabeza es el examen de la semana que viene. Me empiezo a poner nervioso y se me hace un nudo en el estómago. Seguro que no lo he preparado lo suficiente y suspenderé…me quedaré en blanco, me bloquearé. Tengo que ponerme a estudiar, pero se me hace una montaña. Me sudan las manos y me cuesta concentrarme. Es lo mismo que me pasa a la hora de hacer el examen, ¡pero justo antes, es aún peor! Así seguro que lo haré mal. Lo mejor sería no presentarme y por lo menos así no sufriré tanto ni decepcionaré a nadie”.
Si cuando hay exámenes tu hijo/a se pone muy nervioso/a y esto te resulta familiar, es bastante posible que sufra ansiedad ante los exámenes. En la preadolescencia (11-13 años) los miedos sociales y escolares adquieren cada vez más importancia por lo que es muy probable que aparezca esta ansiedad. Para saber más acerca de los miedos evolutivos podéis visitar el blog «Los miedos en la infancia. ¿Debo actuar o dejar que se le pase?«.
La ansiedad es una emoción natural que nos es útil porque nos pone en alerta ante una posible amenaza. Cuando se presenta en unos niveles moderados facilita el rendimiento e incrementa la motivación. Sin embargo, cuando los niveles son altos puede provocar una pérdida de control sobre nuestra conducta.
La ansiedad ante los exámenes es un conjunto de reacciones negativas que muchos adolescentes padecen cuando perciben el examen como una amenaza o una situación estresante. Esta puede darse:
- Antes del examen (ansiedad anticipatoria): cuando se está estudiando el examen o se piensa en este.
- Durante el examen (situacional)
¿Por qué se produce la ansiedad ante los exámenes?
Existen varias causas, pero las más frecuentes suelen ser:
- Mala preparación del examen: falta de planificación, “atracones” de última hora, falta de comprensión y/o organización de la información, etc.
- La propia situación del examen: tener que demostrar lo que sabemos en poco tiempo y/o recibir una calificación (nota).
- Pensamientos negativos relacionados con: exámenes anteriores, comparaciones con los demás, excesiva exigencia con nosotros mismos y/o consecuencias negativas de hacer mal el examen.
Manifestaciones
Las manifestaciones de la ansiedad ante exámenes se pueden dar en tres niveles distintos:
Nivel fisiológico/emocional
Fisiológico:
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo
- Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
- Sudoración o manos frías y húmedas
- Sequedad de boca
- Mareos o sensaciones de inestabilidad
- Náuseas, diarreas u otros trastornos abdominales
- Sofocos o escalofríos
- Micción frecuente
- Dificultad para tragar o sensación de tener un nudo en la garganta
- Dificultad para dormir
Emocional:
- Nerviosismo e inquietud
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Miedo
- Aprehensión
Nivel cognitivo
- Valoración negativa de uno mismo: “Soy incapaz de estudiarmelo todo”, “soy peor que los demás”, “no valgo para estudiar”
- Anticipar que va a suspender: “me quedaré en blanco y suspenderé”, “no sabré responder”, “seguro que no me acordaré de todo”
- Fijarse en las sensaciones físicas: “me están temblando las manos” “no consigo acordarme” “me va el corazón muy rápido”
- Imaginar consecuencias muy negativas del suspenso: “van a pensar que soy inútil”, “no voy a poder acabar mis estudios”
Confusión mental:
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
- Dificultad para leer y entender preguntas, organizar pensamientos o recordar palabras o conceptos (“Quedarse en blanco”).
Nivel motor/conductual
- Perturbaciones en la conducta motora verbal: temblor de la voz, repeticiones, tartamudeo, etc.
- Intranquilidad motora: deambular, movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, temblores, tics, etc.
- Aumento del consumo de sustancias (por ejemplo: estimulantes, relajantes, complejos vitamínicos…)
- Aumento o disminución de la ingesta de alimentos
- Conductas inadecuadas: ver la televisión, dormir, jugar, dejar pasar el tiempo delante de los libros… en vez de estudiar.
- Evitación y/o escape de la situación temida: abandonar el examen o no presentarse
Consecuencias
Todas estas manifestaciones que hemos mencionado conllevan consecuencias negativas:
- Atención, memoria y recuerdo: la ansiedad ejerce un efecto interferente que disminuye tanto la capacidad de prestar atención como la de procesar información. Por esta razón la ansiedad dificulta la memorización y deteriora el recuerdo.
- Rendimiento académico: debido a las dificultades en los procesos cognitivos tanto en el momento previo del examen como en la ejecución del mismo, el rendimiento académico empeora.
¿Cómo superar la ansiedad ante los exámenes?
La terapia que ha demostrado tener más eficacia es la terapia cognitivo-conductual (TCC). A través de esta podemos ayudar a los adolescentes a identificar y modificar aquellos pensamientos negativos e invalidantes y buscar estrategias que les ayuden a enfrentarse a las emociones y sensaciones que sienten durante la preparación del examen y la realización de este. Asimismo, aprender a adoptar unos hábitos de estudio adecuados para una buena preparación.
Para conseguir una mayor eficacia, también se trabaja con los padres y/o tutores para ofrecer estrategias para poder reducir los síntomas de ansiedad y acompañarle en el proceso terapéutico.
Si cada vez que tu hijo/a va a realizar un examen comienzan a aparecer sentimientos de preocupación e inseguridad, se bloquea, y a veces se queda completamente en blanco y no es capaz de responder a las preguntas, posiblemente sufre ansiedad ante los exámenes.
Es normal que nos sintamos un poco nerviosos o estresados ante un examen, pero cuando ese sentimiento se intensifica puede afectar al rendimiento y la concentración. Si sospecha que tu hijo/a puede presentar esta sintomatología, no dude en ponerse en contacto con nosotras. Estaremos encantadas de ayudarte.
Laura Maymó Gallurt
Psicóloga Col. Nº B-03427