Primero de todo… la importancia del diagnóstico
¿Alguna vez has sentido que el bienestar emocional de tu hijo ha empeorado? ¿Qué le ocurre algo que no sabes qué es? ¿Qué se siente más deprimido, ansioso, impulsivo, irascible… y no encuentras el motivo y, mucho menos, las estrategias para poder cambiarlo? ¿Has sentido que tu hijo/a tiene una conducta más disfuncional y no sabes cómo ayudarlo?
Ir al médico a valorar el estado físico/mental, siempre puede suponer una situación de incertidumbre, nerviosismo e inquietud, pero conocer el diagnóstico, si lo hay, nos llena de paz, serenidad y calma.
Por ese motivo, el objetivo de todo diagnóstico ha de ir dirigido a conseguir el bien de la persona. Para el diagnóstico, hemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Poner un nombre que identifique al trastorno, ya que es una obligación (legal y administrativa).
- Atender a la necesidad de conocer y comprender lo que le pasa, adaptándonos de forma individual a las posibilidades, deseos de saber y capacidad de asumir de cada persona y familia.
- Colaborar a través del conocimiento a un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Sin embargo, también existe el peligro de poner etiquetas con el objetivo de ordenar el mundo que nos rodea y así ordenar la realidad, prevenir situaciones y responder de manera rápida ante ellas, pero no siempre esto es funcional. Aquí podréis seguir leyendo sobre los peligros que supone enmarcar a los niños de manera errónea y cómo puede afectar a su desarrollo emocional.
Una vez sabemos el qué… ¿Cómo afrontamos el diagnóstico en un hijo?
Recibir un diagnóstico psicológico para un hijo puede ser una experiencia abrumadora y emocionalmente desafiante para cualquier padre o madre. Sin embargo, es un momento crucial que marca el inicio de un camino hacia la comprensión y el apoyo adecuado para el niño.
A continuación, se presentan algunos pasos y consejos para ayudar a los padres a afrontar esta situación de manera efectiva y constructiva.
1. Permitirte Sentir y Procesar tus Emociones
Es normal experimentar una variedad de emociones, como tristeza, miedo, culpa o incluso alivio al recibir un diagnóstico. Es importante permitirse sentir estas emociones sin juzgarse a sí mismo. Hablar con un amigo de confianza, un terapeuta o un grupo de apoyo puede ser muy beneficioso para procesar estos sentimientos.
2. Educarse sobre el Diagnóstico
Tomarse el tiempo para aprender sobre el diagnóstico específico de su hijo es fundamental. Comprender los síntomas, las causas posibles, y las opciones de tratamiento puede ayudar a reducir el miedo a lo desconocido y equipar a los padres con el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas.
3. Comunicarse abiertamente con profesionales de la Salud
Establecer una comunicación abierta y honesta con los profesionales de la salud mental es crucial. No dudes en hacer preguntas sobre el diagnóstico, el pronóstico y las opciones de tratamiento. Es importante entender el plan de tratamiento y sentirse cómodo con él. Además, pedir recomendaciones para especialistas o servicios adicionales puede ser útil. En el gabinete, nosotras estaremos encantadas de poder ayudarte en el proceso, no dudes en ponerte en contacto con nuestro Equipo de Psicólogas Infantiles.
4. Crear un Plan de Acción
Desarrollar un plan de acción claro puede proporcionar un sentido de control y dirección. Este plan debe incluir citas médicas, sesiones de terapia, intervenciones escolares y cualquier otro tipo de apoyo necesario. Mantener una agenda organizada y seguir el progreso puede ayudar a los padres a sentirse más empoderados.
5. Fomentar un Entorno de Apoyo en el Hogar
Crear un ambiente en el hogar que sea seguro y comprensivo es fundamental para el bienestar del niño. Esto incluye ser paciente, ofrecer cariño y comprensión, y establecer rutinas que proporcionen estabilidad. Involucrar a otros miembros de la familia en el proceso también puede fortalecer la red de apoyo.
6. Buscar y Aceptar Apoyo
No subestimes el poder del apoyo externo. Unirse a grupos de apoyo para padres de niños con diagnósticos similares puede proporcionar consuelo, consejos prácticos y una comunidad que comprende los desafíos específicos. Además, considerar la ayuda de terapeutas familiares puede facilitar la comunicación y la cohesión familiar.
7. Cuidar de ti mismo
El autocuidado es esencial para los padres que enfrentan el diagnóstico psicológico de un hijo. Asegurarse de tener tiempo para descansar, realizar actividades placenteras y cuidar de la propia salud mental y física permite a los padres estar en mejor posición para apoyar a su hijo.
8. Mantener una Perspectiva Positiva
Aunque puede ser difícil, tratar de mantener una perspectiva positiva puede hacer una gran diferencia. Reconocer y celebrar los pequeños logros y progresos de tu hijo puede contribuir a un ambiente positivo y motivador. Recordar que el diagnóstico no define a tu hijo, sino que es una parte de su experiencia, es crucial para mantener la esperanza y el optimismo.
9. Adaptarse y Ser Flexible
El camino post-diagnóstico puede ser impredecible. Ser flexible y estar dispuesto a ajustar el plan de acción según sea necesario es importante. Escuchar a su hijo y a los profesionales involucrados, y estar dispuesto a probar diferentes enfoques, puede conducir a mejores resultados.
Finalmente, afrontar el diagnóstico psicológico de un hijo es un proceso continuo que requiere tiempo, paciencia y resiliencia. Al educarse, buscar apoyo y mantener una perspectiva positiva, los padres pueden ayudar a su hijo a navegar los desafíos y a desarrollarse de la mejor manera posible. Lo más importante es recordar que no estáis solos en este viaje y que hay recursos y comunidades dispuestas a brindar ayuda y apoyo en cada paso del camino.
Arancha Lorente
Psicóloga Col. Nº B-03674