Querida o querido joven/adolescente,
Antes de que te asustes, quiero que entiendas que no hay nada de malo en ver series o películas con contenido erótico. Más bien todo lo contrario, es una manera increíble de incentivar nuestro deseo. Sin embargo, debemos tener cuidado, dado que la idea del amor y sexualidad que estas nos venden NO ES REAL.
Y sí, lo pongo en mayúsculas porque, como veremos más adelante, están repletas de exageraciones, mitos e ideas que quedan muy lejos de la realidad. Y el problema nos lo encontramos cuando cogemos los argumentos de estas películas como referentes, sentando así la base de lo que serán tus expectativas en la sexualidad y en las relaciones.
Perpetuar mitos sobre el amor o la sexualidad lleva a una idealización de los mismos, y consecuentemente provoca o facilita que se normalicen y perdonen conductas de agresión, ya sea física, psicológica o sexual. Es decir, fomentan relaciones de riesgo y dificultan el que los jóvenes puedan o sepan establecer relaciones afectivo-sexuales sanas.
La adolescencia es un momento evolutivo en la que se tiene una mayor exposición y vulnerabilidad frente a estos mitos, dado que es el momento del desarrollo en el que se está estableciendo la identidad y en la que se practican distintas dinámicas relacionales.
Veamos algunas de las películas más vistas de los últimos años en las plataformas digitales y desgranemos un poco sus argumentos:
AFTER: chico (rico, guapo y con traumas) que conoce a chica inocente en la universidad. Él no era de relaciones serias, pero fíjate, que con ella sí. Eso sí, le hace las mil y una y ella le va perdonando. Él le descubre el sexo apasionado.
CULPA MÍA: chico (rico, guapo y con traumas) que no era de relaciones serias, pero al final se enamora de su hermanastra (ojo, que esta, encima, tiene el morbo “incestil”), una joven inocente. De nuevo, él le hace las mil y una y ella le va perdonando. Él le descubre el sexo apasionado.
365 DÍAS: chico (rico, guapo y con traumas) que después de que le peguen un tiro ve a una mujer de la que se enamora y el día que se encuentra a una parecida la secuestra y le dice que la tendrá un año secuestrada para que se enamore de él. Espóiler, ella se enamora perdidamente. Él le descubre el sexo apasionado.
A TRAVÉS DE MI VENTANA: chico (rico, guapo y con traumas) que no era de relaciones serias, pero se enamora de su vecina, una joven inocente que suspira los vientos por él desde hace años. De nuevo, él le hace las mil y una y ella le va perdonando. Él le descubre el sexo apasionado.
Súper distintas, ¿no? Tendría que dedicarme a escribir guiones de películas porque visto lo visto no hace falta ser muy original. Chica buena se enamora de chico malo y pum, tienes peliculón asegurado. La verdad es que los años pasan, pero el contenido de las películas no.
Todos dioses del sexo y ellas unas pánfilas que parece que no las han tocado ni con un palo anteriormente (lo cual resulta poco creíble porque son todas preciosas; sin embargo, hasta que el protagonista se fija en ellas, las pintan como mujeres “poco deseables”). Protagonistas maquilladas de mujeres fuertes y empoderadas (siempre los mandan a la mierda primero) pero que al final caen rendidas de amor ante una persona que no las trata bien.
Pero claro, ellos no son “malos malos”, sino que son malos con razón, tienen siempre un trauma. Y claro, aparentemente los hombres malos solo necesitan a la mujer adecuada para volverlos buenos. Da igual cómo te traten, a estos se lo tienes que perdonar. Que si mis padres se han separado, que si mi padre es adicto al trabajo y pasa de mí, que si he presenciado una infidelidad en mi casa, que si me han abandonado o ha muerto algún familiar…
La ficción es ficción y no tiene nada de malo, si es vista como ficción. El problema viene cuando esas películas se convierten en la vara de medir de jóvenes y perpetúan una serie de mensajes tóxicos y mitos referentes a las relaciones y al sexo. Esto ocurre de manera subliminal, claro. Nadie ve una película y piensa “esto es la realidad y yo quiero exactamente lo mismo”, sin embargo, cuando un mismo mensaje se da una y otra vez des la infancia, uno acaba (de manera inconsciente) replicando conductas y modelos.
Veamos los mensajes principales que mandan este tipo de películas a los jóvenes y los mitos que estos contienen:
- PROVOCAR O QUE TE PROVOQUEN CELOS ES LA MEJOR FORMA DE VER SI ALGUIEN ESTÁ O NO LOCO POR TI.
En todas las películas descritas se usan los celos como prueba de amor. No hay película en la que uno de los dos no sea infiel a su pareja o bien intente llamar su atención enrollándose con otro/a delante suya.
Pues bien, los celos no son una expresión de amor, sino de control. Si quieres más atención por parte de tu pareja o quieres una demostración de amor, existe una forma mucho menos tóxica de hacer llegar el mensaje, se llama comunicación.
- TRÁTALAS MAL QUE ASÍ VERÁN QUE ERES UN TIPO DURO Y SE ENAMORARÁN DE TI. ESO SÍ, SOLO SI ERES RICO Y ESTÁS BUENO.
Fíjate que ninguno de los hombres de estas historias es un chico del montón, ¿por qué? Porque en ese caso, costaría más vender la idea de que se le tiene que perdonar todo. Pero es que en el amor no hay que perdonarlo todo, da igual que sea un dios Apolíneo esculpido en mármol.
Nadie debería tratar mal a nadie, y menos para demostrar interés romántico. Que alguien te trate mal para indicarte que le gustas…Bueno, no veo una mayor red flag que esa.
- CLARO QUE SÍ, CARIÑO. LO PUEDES CAMBIAR. PORQUE CON AMOR TODO SE PUEDE.
A las mujeres se nos vende la idea de que nuestro trabajo es “amansar” al hombre con el que estemos y a través del amor hacerle surgir el osito de peluche que lleva dentro.
Simplifiquemos, si alguien no te trata bien, no te respeta. Sea al principio, durante o al final de una relación.
- TENGO 15 AÑOS Y SOY UN DIOS DEL SEXO.
Esto me parece hasta gracioso, porque a ver, ¿quién es un experto sexual con quince años? Por mucho que hayas follado (que permíteme que lo dude) lo habrás hecho con gente igual de inexperta que tú.
Esta idea de que el “buen sexo” se consigue a base de hacer muchas posturas, muchas prácticas sexuales distintas y probar cosas “fuertes”, es mentira.
Para tener un sexo satisfactorio y convertirnos en expertos de nuestro propio cuerpo, lo primero es conocernos bien a nosotros mismos, saber lo que nos gusta y así poder guiar a nuestra o nuestras parejas sexuales para que colaboren en nuestro disfrute; tener la comodidad y confianza de poder expresar cuando algo me gusta, no me gusta, me duele o me incomoda.
Quiero aclarar que probar cosas nuevas no tiene nada de malo, si lo haces porque te apetece, no por la presión de que “si lo hago, parecerá que sé más” o porque pensamos que, de no hacerlo, no estamos “satisfaciendo” a nuestra pareja sexual. Tu trabajo no es satisfacer a nadie, sino disfrutar tú. Cada uno de nosotros debemos responsabilizarnos de nuestro propio placer (sin ser egoístas) y comunicarnos con el otro.
Además, no olvidemos que esa pasión que vemos en las películas es propia de la primera etapa del amor, el enamoramiento. Y esto no nos debe crear la falsa expectativa de que todas las relaciones que tengamos con nuestro “amor verdadero” van a ser todas súper apasionadas y explosivas. Además, se puede tener muy buen sexo sin necesidad de tanta brusquedad y velocidad.
- SABES QUE TE QUIERE MUCHO PORQUE SE VA PEGANDO CON GENTE POR TI.
Que alguien sea violento solo demuestra una cosa: dificultades de gestión y expresión emocional. Nadie debería pegarse por ti. No es necesaria la violencia para mostrar apoyo.
Y por supuesto, si los golpes son por celos, huye. No somos leones en el norte de África compitiendo por la hembra en celo. Nadie es de la propiedad de nadie y uno debería poder elegir con quien quiere estar, y si no es contigo, asúmelo y a otra cosa, porque sino te está fallando algo básico: el respeto hacia mi pareja.
- POBRECILLO, ES UN ALMA ATORMENTADA. EN EL FONDO ES BUENA PERSONA. NO SE LO TENGAS EN CUENTA.
Creo que este es el que me da más rabia de todos. Nunca son malos porque sí, siempre hay un motivo detrás. Porque claro, lo de ser resiliente y responsable afectivo en las pelis como que no vende mucho. Hay que ser malo, pero con traumitas, porque, en el fondo, él jamás la trataría mal. Solo que no ha encontrado a la adecuada, además, ¿de qué sirve que “en el fondo” sea buena persona si en la superficie, es decir, a su pareja la trata mal a ratos?
En el amor, no todo vale, ni hay que perdonarlo todo. ¿Has escuchado alguna vez eso de “no me quieras tanto, quiéreme mejor”? Pues eso es lo que queremos en una pareja: equilibrio, respeto, comunicación, apoyo y cariño.
Perpetuar este tipo de mensajes y de roles en la relación puede provocar que se cree un modelo de relación tóxica en la que:
- No nos comunicamos asertivamente.
- Controlamos a nuestra pareja fruto de nuestros celos.
- Normalizamos la violencia como muestra de amor.
- Mostramos conductas hipersexualizadas a muy temprana edad.
- Mantenemos la idea de que el sexo es algo fácil y siempre intenso (pasión por encima de intimidad).
- Aceptamos y normalizamos el maltrato psicológico y sexual.
- Las relaciones son siempre apasionadas e ideales.
- Lo normal es que en una relación haya desacuerdos graves.
- El amor lo puede todo.
- Mostramos poca tolerancia a la frustración – “no encuentro a nadie que me quiera tan intensamente como en la película”.
Si quitamos esta mirada crítica, insisto, la ficción es ficción, y si tenemos presente todo lo anteriormente descrito, estas películas son igual de entretenidas que cualquier otra y además pueden tener un efecto excitante en quien las consume.
Quisiera terminar haciendo algunas recomendaciones de series que tienen un mensaje más realista y educado sobre el sexo y las relaciones como Yo nunca o Sex education.
Júlia Tarancón Estades
Psicóloga Col. No B-3232