
El bullying ya no se limita al patio del colegio o a los pasillos de la escuela. Hoy en día, la tecnología ha abierto un nuevo escenario en el que la intimidación y el acoso pueden seguir a los niños, niñas y adolescentes hasta sus propias casas, a través de las pantallas de sus dispositivos. El ciberacoso es una realidad que afecta a muchos jóvenes, y como madres y padres, es fundamental comprenderlo para poder actuar. En este artículo, veremos qué es el ciberacoso escolar, los diferentes tipos en los que se presenta, su impacto psicológico en niños, niñas y adolescentes y, sobre todo, qué puedes hacer como madre o padre para proteger y ayudar a tu hijo o hija.
Tipos de ciberacoso escolar
El ciberacoso puede adoptar muchas formas, y conocerlas es el primer paso para detectarlo y combatirlo. Algunos de los tipos más comunes son:
Acoso a través de mensajes o redes sociales
Mensajes ofensivos, insultos, amenazas o humillaciones enviadas por WhatsApp, Instagram, TikTok o cualquier otra red social. También pueden darse en grupos de chat donde el niño o la niña es ignorado/a o atacado/a por otras personas.
Suplantación de identidad
Ocurre cuando alguien se hace pasar por otra persona en internet con la intención de engañar, dañar su reputación o extorsionarla.
Difusión de imágenes comprometedoras
Compartir fotos o videos privados de un niño, niña o adolescente sin su consentimiento, con la intención de avergonzarlo/a o humillarlo/a.
Rumores y difamaciones en línea
Publicar o compartir información falsa o hiriente sobre alguien en redes sociales, foros o chats para dañar su imagen social.
Exclusión digital
Cuando un niño, niña o adolescente es deliberadamente excluido/a de grupos de WhatsApp, juegos en línea o eventos digitales con la intención de hacerle sentir aislado/a.
Acoso en videojuegos online
Insultos, amenazas o exclusión mientras un niño o niña juega en línea. Muchas veces, estos juegos tienen chats donde los acosadores y acosadoras pueden insultar o ridiculizar a otros jugadores y jugadoras.
El efecto psicológico del ciberacoso en niños, niñas y adolescentes
El impacto del ciberacoso no es menor. Aunque no haya agresión física, el daño emocional puede ser profundo y duradero. Algunas de las consecuencias más comunes son:
Baja autoestima: Los insultos y humillaciones constantes pueden hacer que el niño, niña o adolescente pierda confianza en sí mismo/a.
Ansiedad y depresión: Sentirse acosado/a de manera constante puede llevar a síntomas de ansiedad y depresión, generando una sensación de impotencia.
Aislamiento social: Muchas víctimas de ciberacoso comienzan a evitar interacciones sociales, incluso en la vida real.
Problemas en el rendimiento escolar: La angustia emocional puede hacer que su concentración y desempeño académico disminuyan.
Pensamientos autodestructivos: En casos más graves, el ciberacoso puede llevar a pensamientos suicidas. Es crucial prestar atención a cualquier señal de alerta.
¿Cómo podemos combatirlo?
Como madres y padres, podemos jugar un papel clave en la prevención y manejo del ciberacoso. Aquí te dejamos algunas estrategias para proteger a tu hijo o hija:
- Mantén una comunicación abierta
Habla con tu hijo o hija sobre su vida digital con la misma naturalidad con la que preguntas por su día en la escuela. Pregunta con quién habla en redes sociales, qué juegos en línea usa y si ha tenido algún problema. Si siente confianza para contarte lo que le pasa, será más fácil detectar cualquier señal de acoso. - Fomenta un uso responsable de la tecnología
Enséñale a tu hijo o hija a no compartir información personal en internet y a configurar la privacidad de sus redes sociales. Explícale que no debe aceptar solicitudes de amistad de desconocidos/as ni compartir contenido comprometedor, aunque lo haga en confianza. - Presta atención a las señales de alerta
Si notas que tu hijo o hija está más retraído/a, ansioso/a, evita el móvil o la computadora, o cambia su estado de ánimo de forma repentina después de estar en línea, investiga qué está pasando. Puede ser una señal de que está siendo víctima de ciberacoso. - Supervisa sin invadir su privacidad
No se trata de espiar, sino de estar presente. Puedes acordar revisar juntos y juntas sus redes sociales o instalar controles parentales en dispositivos sin que esto se convierta en una invasión de su espacio. - No minimices el problema
Si tu hijo o hija te dice que está siendo acosado/a en internet, no lo tomes como un “drama adolescente”. Para él o ella, el daño es real y necesita tu apoyo. Valida sus emociones y toma medidas. - Denuncia y bloquea a los acosadores y acosadoras
Si identificas a quienes lo están acosando, enséñale a tu hijo o hija a bloquearlos y denunciar su comportamiento en la plataforma donde ocurre el acoso. Muchas redes sociales y juegos en línea tienen opciones para reportar cuentas abusivas. - Busca ayuda profesional si es necesario
Si notas que el ciberacoso ha afectado gravemente la salud emocional de tu hijo o hija, acudir a un/a psicólogo/a puede ser una gran ayuda. Un/a profesional podrá darle herramientas para afrontar la situación y fortalecer su autoestima.
Marina Romero Jordán
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada Nº B-03794